Cherreads

Chapter 21 - Capítulo 20: Un Disparo en la Oscuridad

El resplandor tenue de la luz artificial iluminaba el techo metálico de la habitación. Aleph abrió los ojos con pesadez, sintiendo el entumecimiento en sus músculos tras la intensa batalla de la noche anterior.

No fue el cansancio lo que lo despertó, sino el eco persistente de sus propios pensamientos.

Sus ojos dorados se deslizaron hacia el borde de la cama, donde Ebony & Ivory reposaban, perfectamente alineadas.

No las había tocado desde que las dejó ahí anoche.

Aleph apretó los dientes y se frotó la cara con ambas manos.

"Esto es tan ridículo…" murmuró en voz baja.

[¿Algo en específico, Maestro?]

La voz de Burroughs resonó en su mente.

Aleph suspiró, recostándose de nuevo con el brazo sobre los ojos.

"No sé si quiero usar esas cosas. Son geniales y todo pero..."

Hubo un breve silencio antes de que Burroughs respondiera.

[Comprensible. Su rechazo hacia las armas de fuego es evidente. Sin embargo, ¿puedo preguntar por qué exactamente?]

Aleph apartó el brazo y miró fijamente el techo.

Un fugaz pensamiento sobre cuanto debió haber costado construir la estación espacial Herta paso por su mente.

"…Ya sabes por qué."

[¿Su aversión emocional? Sí, lo sé. Pero también sé que esa no es la única razón por la que duda.]

Aleph frunció el ceño.

Burroughs rara vez lo presionaba, pero siempre era directa cuando lo hacía.

Se sentó en la cama y tomó aire, lanzando una mirada a las pistolas sobre la mesa.

"Si las uso… ¿Podre adaptarlas a mi estilo de combate? No tengo un talento, habilidad o tiempo como para poder dominarlas, ni siquiera se si pueda usarlas decentemente en batalla ¿No estaré traicionando mi propia forma de pelear? ¿Yendo por muchas cosas cuando no puedo terminar de dominar algo?"

[No necesariamente.]

Burroughs continuó sin dudar.

[En combate, la adaptabilidad es clave. Usted ha enfrentado múltiples situaciones donde el combate cuerpo a cuerpo ha sido una limitación. El alcance de estas armas puede brindarle una ventaja táctica, además de que poseen una gran sinergia con su movilidad y reflejos.]

Aleph no respondió de inmediato.

[Tal vez pueda usar magia para cubrir el largo alcance, pero usted mismo sabe que no es una opción perfecta y tiene demeritos, como el de que si se queda sin energía mágica ¿Perderia su alcance? Ebony & Ivory funcionan tanto con munición normal como con balas especiales que pueden crearse al imbuir la magia en ellas. Son armas realmente útiles, creo que estaría bien que les diera una oportunidad.]

Sabía que tenía razón. Lo sabía.

Había estado en varias peleas donde cerrar la distancia con el enemigo era un problema. Había enfrentado enemigos que podían disparar desde lejos, obligándolo a correr riesgos innecesarios.

Incluso cuando peleó contra el Emanador Artificial, hubo momentos en los que no pudo atacar porque no tenía los medios para hacerlo.

Pudo pelear bien junto con Stelle ¿Pero en el futuro?

¿Puede estar seguro de que siempre será de esta manera?

No quiere acabar como esos tipos que pr permanecer tercos con sus posturas terminar con un "Si hubiera tenido un X cosa en ese momento…" cuando todo se va al demonio.

Apretó los puños.

Burroughs aprovechó su silencio para continuar.

[Lo entiendo, Maestro. No le pido que las use como su primera opción. Pero ignorar una herramienta simplemente porque le incomoda no es una decisión sabia. No puede permitirse el lujo de ser selectivo cuando se trata de algo que podría aumentar sus probabilidades de supervivencia.]

Aleph chasqueo la lengua con disgusto.

Sabía que tenía razón. Maldita sea, lo sabía.

Finalmente, dejó escapar un largo suspiro y se pasó una mano por el cabello.

"…Está bien."

[¿Va a entrenar con ellas?]

"No me queda de otra."

Se levantó de la cama y tomó las pistolas con ambas manos.

El frío del metal se filtró en su piel, y esa sensación de incomodidad volvió a recorrer su cuerpo.

Apretó fruncio el ceño y se obligó a ignorarla.

"No importa cuánto me disguste… si esto puede ayudarme, entonces aprenderé a usarlas."

Burroughs guardó silencio por un momento.

Y luego, con un tono casi satisfecho, dijo.

[Sabia decisión, Maestro.]

Aleph resopló.

"Sí, sí… ahora el problema es otro."

[¿Cuál?]

Aleph giró las pistolas en sus manos y las miró fijamente.

"…No tengo la menor idea de cómo demonios se usa una de estas cosas."

[…Comprensible. En ese caso, sugeriría buscar a alguien con experiencia en armas de fuego.]

Aleph chasqueó la lengua.

"Supongo que el tipo indicado para eso sería Arlan."

No lo había visto usar armas de fuego, pero como jefe de seguridad de la estación, tenía que tener conocimientos al respecto.

Sin perder más tiempo, Aleph giró los hombros para relajar la tensión y se encaminó a buscar a Arlan.

No tenía idea de cuánto tiempo le tomaría aprender.

Pero estaba decidido a hacerlo.

Incluso si lo odiaba.

...

El pasillo de la estación espacial Herta estaba inusualmente tranquilo.

Aleph avanzaba con las Ebony & Ivory colgando en su cinturón, atrayendo algunas miradas curiosas de los investigadores y técnicos que pasaban a su lado, después de todo a pesar del escándalo de ayer seguía siendo una cara bastante nueva en la estación.

No es como si le importara.

Encontró a su objetivo en una de las áreas de seguridad, revisando datos en un monitor.

"Arlan."

El jefe de seguridad levantó la mirada, arqueando una ceja al ver a Aleph con las pistolas en el cinturón.

"¿Qué necesitas?"

Aleph cruzó los brazos.

"Quiero que me enseñes a usar esto."

Arlan parpadeó.

Observó las armas por un momento, como si estuviera procesando lo que acababa de escuchar.

Luego, miró a Aleph.

"… ¿Sabes que yo no uso armas de fuego, verdad?"

"Lo sé." Aleph asintió. "Pero eres el jefe de seguridad. Aunque no las uses en combate, debes saber cómo funcionan y hasta cierto punto como usar una, ¿verdad?"

Arlan suspiró y se cruzó de brazos.

"Tienes razón. He entrenado con ellas, pero no son mi estilo."

Aleph esperó en silencio.

Arlan finalmente se frotó la nuca.

"Está bien, te enseñaré lo básico. Pero no esperes convertirte en un tirador experto en un solo día."

Aleph resopló.

"No necesito ser un experto. Solo necesito ser lo suficientemente bueno como para no fallar cada maldito disparo."

Arlan sonrió de lado.

"Eso es un buen objetivo."

Se giró y comenzó a caminar.

"Ven. Hay una sala de entrenamiento en la estación donde podemos practicar."

Aleph lo siguió sin pensar demasiado.

**********

La sala de entrenamiento estaba equipada con varios dispositivos de simulación de combate.

Dianas holográficas, sistemas de detección de movimiento y un campo de prácticas con objetivos móviles.

Arlan activó los controles en una consola y las luces se atenuaron, revelando varias figuras flotantes en el aire, algunas estáticas y otras en constante movimiento.

Aleph observó el lugar con una mueca.

"Esto es más sofisticado de lo que esperaba."

Arlan se encogió de hombros.

"La seguridad de la estación necesita entrenarse para todo tipo de situaciones."

Le hizo una seña.

"Bien, primero dime algo. ¿Alguna vez has disparado un arma en tu vida?"

Aleph guardó silencio.

Su expresión se mantuvo en blanco.

"… No."

Arlan asintió lentamente, como si ya lo hubiera supuesto.

"Entonces empezaremos desde lo más básico."

Aleph sacó a Ebony & Ivory y las sostuvo con ambas manos.

No pesaban demasiado.

Pero sentía su peso.

Un peso diferente al de un bate o una espada.

Arlan notó su expresión.

"Relájate."

Se acercó y ajustó la postura de Aleph, colocando sus brazos en la posición correcta.

"Tienes que mantener una base firme, pero flexible. No te pongas rígido o perderás precisión."

Aleph asintió con el ceño fruncido.

"Bien."

Arlan activó el primer nivel del simulador.

Las dianas holográficas aparecieron.

"Ahora dispara."

Aleph tomó aire.

Apretó el gatillo.

Y falló.

Completamente.

La bala pasó lejos de la diana, sin siquiera rozarla.

Arlan parpadeó.

"… Bueno. No pensé que fueras tan malo."

Aleph frunció el ceño.

"No me jodas."

Respiró hondo y volvió a intentarlo.

Falló otra vez.

Y otra.

Y otra.

Arlan se cruzó de brazos, observando los intentos fallidos de Aleph.

"… Esto va a tomar más tiempo del que creí."

Aleph apretó los dientes y volvió a levantar las pistolas.

"No pienso rendirme."

"¡Lolis que ni siquiera tienen una edad cercana a la mia pueden usarlas en mundos de videojuegos, anime y más como si fuera a dejar vencer!"

[...Maestro.]

Arlan sonrió levemente.

"Eso es lo que quería oír."

Y así, el entrenamiento comenzó.

.....

El eco de los disparos resonó en la sala de entrenamiento.

Y las dianas holográficas permanecieron intactas.

Aleph bajó lentamente las Ebony & Ivory, su expresión completamente neutra mientras observaba el tablero de puntuación.

0/15 impactos.

Ni una sola bala había alcanzado su objetivo.

Cruzó los brazos, apretando los dientes con fuerza.

"... Maldita sea."

Arlan, a su lado, silbó suavemente, observando la pantalla con una mezcla de sorpresa y diversión.

"Wow."

Aleph lo miró con el ceño fruncido.

Arlan levantó las manos en un gesto de inocencia.

"No es que me burle, pero…" Señaló la pantalla. "¿Cómo es posible que alguien falle cada disparo? Es casi un talento."

Aleph inhaló profundamente.

"Vuelve a decir eso y te dispararé a la cara."

Arlan sonrió.

"¿Con tu puntería? Creo que estaré bien."

Aleph gruñó, girando la cabeza para evitar ver su sonrisa.

Miró las pistolas en sus manos.

No le gustaban.

No le gustaba la sensación de sostenerlas.

No le gustaba la idea de usarlas.

Pero necesitaba hacerlo.

No podía permitirse tener algo útil sin darle un uso, por todos los cielos incluso tenía su Demonica que aún no había usado. No quería que se volviera un hábito.

Si se encontraba en una situación donde su único recurso eran las armas de fuego, tenía que ser capaz de usarlas.

Apretó los dientes y adoptó la postura correcta nuevamente.

Arlan, notando su seriedad, se puso un poco más serio.

"Bien. Inténtalo otra vez."

Aleph ajustó su agarre.

Apretó el gatillo.

¡BANG!

La bala pasó de largo, ni siquiera rozando la diana.

Arlan suspiró.

"Aleph, no aprietes el gatillo con tanta fuerza."

Aleph parpadeó.

"¿Qué?"

Arlan tomó aire, caminando a su lado.

"Mira, cuando usas un bate, aplicas toda tu fuerza en el golpe. Pero las pistolas no funcionan así. No es fuerza, es precisión."

Señaló su mano.

"Aquí estás tensando demasiado los dedos. Aprieta el gatillo con suavidad, como si fuera parte de un solo movimiento fluido."

Aleph entrecerró los ojos.

Lo intentó de nuevo.

Respiró hondo, relajó la mano y apretó el gatillo con menos fuerza.

¡BANG!

El disparo pasó cerca de la diana… pero aún falló.

Aleph suspiró.

"Bueno… al menos me acerqué."

Arlan asintió.

"Es un avance."

Aleph no respondió.

Miró sus manos.

Miró las armas.

Frustrado.

Desconectado.

Había algo profundamente incómodo en la sensación de disparar.

No solo por su falta de habilidad, sino por algo más profundo. Algo que no lograba poner en palabras.

Cerró los ojos un segundo, tratando de despejar su mente.

"¿Realmente vale la pena aprender algo que me incomoda tanto?"

No tenía la respuesta.

Pero no podía rendirse sin al menos intentarlo un poco más.

No todavía.

*******

¡BANG!

Otra bala errante.

Aleph exhaló con frustración, bajando lentamente las Ebony & Ivory.

"Maldición…"

Antes de que pudiera terminar su maldición, una voz conocida resonó a sus espaldas.

"¡Vaya, quien diría que el poderoso Al sería tan malo disparando!"

Aleph sintió un leve escalofrío de irritación antes de girarse.

7 de Marzo, con una sonrisa, lo miraba con diversión.

A su lado, Stelle permanecía cruzada de brazos, observando la escena con desinterés. Por alguna razón la mirada que le daba se sentía un poco... intensa.

Ella había estado actuando raro... bueno, más de lo usual desde lo que paso ayer en la noche.

Dan Heng también estaba allí, aunque su expresión era mucho más analítica.

Arlan, notando su llegada, suspiró y murmuró para sí mismo.

"Genial. Ahora tenemos un público."

Aleph les dirigió una mirada seca.

"¿Ustedes qué hacen aquí?"

7 de Marzo puso sus manos en su cintura.

"Te vimos caminando con Arlan temprano en la mañana, lo cual ya es raro porque no te vimos particularmente interesado en interactuar con nadie fuera de nosotros o Stelle."

Stelle asintió.

"Sospechoso."

Dan Heng simplemente señaló el área de entrenamiento.

"Además, es poco común que alguien venga a esta sala sin un propósito. Y dado que escuchamos los disparos…"

7 de Marzo sonrió.

"¡Vinimos a ver qué estabas haciendo! Pero wow… no esperaba que fueras tan malo en esto."

Aleph sintió que un tic aparecía en su ceja.

Arlan tosió, un poco incómodo.

"Bueno… sí, todavía está en la fase de ajuste."

Dan Heng miró la pantalla de puntuación.

0 impactos.

31 intentos.

Pausó por un momento.

Luego miró a Aleph.

"… Necesitas mejorar."

Aleph entrecerró los ojos.

"Gracias. No me di cuenta."

Dan Heng ignoró su sarcasmo y caminó hasta ponerse a su lado.

Tomó una de las pistolas de entrenamiento de la sala, una versión simplificada de un arma de fuego normal, y apuntó.

"Tu postura es buena, pero la manera en la que sostienes las pistolas no es eficiente." Explicó. "Estás tratando de manejarlas de una manera un tanto brusca como si fueran armas cuerpo a cuerpo, pero las armas de fuego requieren estabilidad y control del retroceso."

Aleph lo miró en silencio mientras Dan Heng disparaba con calma.

¡BANG!

El tiro dio en el blanco.

Dan Heng bajó el arma y lo miró.

"Prueba ajustando la alineación de tu brazo con la mira. No cierres un ojo, usa ambos para mejorar tu percepción de profundidad."

Aleph observó la postura de Dan Heng.

Analizó sus movimientos.

Lo pensó por un momento.

Y luego…

Soltó un suspiro.

"Agh… odio que tengas razón."

Dan Heng asintió con calma.

"Úsalo a tu favor."

7 de Marzo se rió.

"¡Esto es genial! Nunca pensé que vería a Aleph teniendo problemas con algo como esto."

"¡Lo dices como si fuera fácil!"

"¿Por que lo es? Digo, al menos para mi."

Dan Heng asintió.

"Marzo es bastante buena tanto con arco como armas de fuego."

"... Tramposa."

Stelle simplemente miró.

Aleph suspiró de nuevo y levantó las pistolas.

Arlan le dio un leve golpe en la espalda.

"La práctica hace al maestro."

Aleph ajustó su postura.

Y se preparó para intentarlo otra vez.

...

Aleph ajustó su postura, respiró hondo y apretó el gatillo.

¡BANG!

El sonido de la bala resonó en la sala de entrenamiento.

Y, por primera vez desde que había comenzado, la bala golpeó el blanco.

… Aunque solo rozó el borde del objetivo.

Un silencio momentáneo llenó la sala.

7 de Marzo ladeo su cabeza.

"… ¿Eso cuenta?"

Stelle le dio una palmadita en el hombro a Aleph con expresión bastante tranquila.

"Bueno, al menos no heriste a nadie más en el proceso."

Aleph soltó un gruñido.

Arlan, aunque sorprendido, asintió con aprobación.

"Es un progreso."

Dan Heng cruzó los brazos.

"Ajusta un poco más la alineación y deberías mejorar."

Aleph hizo girar las pistolas entre sus dedos antes de guardarlas en sus fundas.

"Poco a poco, supongo…"

7 de Marzo sonrió y alzó la mano con entusiasmo.

"¡Oye, deberíamos hacer una competencia de tiro algún día! Así vemos si puedes mejorar o si esto es solo un golpe de suerte."

Aleph le lanzó una mirada afilada.

"Prefiero que me caiga un meteorito en la cabeza."

7 de Marzo puso una mano en su barbilla.

"Mmm… creo que eso es posible si molestas a Himeko lo suficiente."

Burroughs, que había estado en silencio, intervino con una nota sarcástica.

[Maestro, al menos no ha disparado en su propio pie. Ya es una mejora considerable.]

Aleph apretó los dientes.

"Burroughs."

[¿Sí?]

"Cállate."

La IA soltó un leve zumbido de satisfacción.

7 de Marzo, Stelle suprimieron una risa.

Finalmente, Arlan le dio una palmada en la espalda.

"Es un buen comienzo. Nadie es un experto en su primer intento... Bueno, trigésimo segundo intento."

Aleph suspiró, guardando completamente las armas.

Miró sus manos, aún sintiendo esa incomodidad persistente.

Se prometió a sí mismo que, aunque le tomara tiempo, las dominaría.

Y con ese pensamiento, dio por terminado su entrenamiento por hoy.

****************

La cafetería de la estación espacial Herta era un lugar peculiar. A diferencia de otros sectores de la estación, aquí había un esfuerzo por hacer que el ambiente se sintiera más mucho más bonito que otras áreas.

Las luces eran más cálidas, las mesas tenían un diseño más cómodo y había un aroma a café y comida flotando en el aire.

Aleph, Stelle, Dan Heng y 7 de Marzo estaban sentados alrededor de una mesa con bandejas de comida frente a ellos.

Bueno… más bien, Stelle y Dan Heng estaban comiendo tranquilamente, 7 de Marzo picoteaba su postre con entusiasmo, y Aleph simplemente revolvía la comida con su tenedor sin tocarla realmente.

"¿Vas a seguir jugando con tu comida o vas a comerla de una vez?" Preguntó Stelle sin mirarlo.

Por un momento se preguntó ¿Dejara de actuar tan raro si lo golpeo lo suficiente en la cabeza?

Aleph gruñó, y reprimió la sensación de escalofrío que le subió por la espalda.

"Estoy procesando mi increíble fracaso como tirador, gracias por recordármelo."

7 de Marzo rió entre dientes.

"¡Vamos, no fue tan malo!"

"Falle 31 veces seguidas."

"…Sí, pero le diste una vez. Eso cuenta, ¿no?"

Dan Heng, que bebía té en silencio, asintió ligeramente.

"Progresaste. Aunque fue mínimo."

Aleph suspiró y apoyó un codo en la mesa, apoyando su barbilla en la mano.

"No puedo evitar sentir que estoy perdiendo el tiempo con esto. No tengo talento para las armas de fuego, me cuestan más de lo que deberían… y ni siquiera me gustan."

"Pero aun así estás aprendiendo." Stelle levantó la vista de su plato y lo miró fijamente. "Si realmente no quisieras usarlas, las habrías dejado tiradas en el suelo y te habrías olvidado de ellas."

Aleph no respondió de inmediato.

Se inclinó en su asiento, cruzando los brazos.

"…Quizás."

Stelle se quedó en silencio por un momento, terminando su comida.

Luego, sin cambiar de expresión, dijo:

"Herta me extendió una oferta."

Eso captó la atención de Aleph.

"¿Ah sí?"

Stelle asintió.

"Quiere que pruebe el Universo Simulado."

Aleph entrecerró los ojos.

"El Universo Simulado… ¿no es esa cosa de Herta donde recrea mundos y batallas con datos para ver qué pasaría en distintos escenarios?"

Dan Heng intervino.

"Es más que solo un simulador de combate. Es un experimento complejo que busca analizar la naturaleza de la realidad misma."

7 de Marzo infló las mejillas.

"Y es difícil. Muy difícil."

Aleph giró los ojos.

"Sí, claro. Apuesto a que es un paseo comparado con lo que vivimos en la última semana."

Stelle lo miro por unos momentos mientras mordía un tenedor.

"Si tanto te crees capaz, entonces podrías venir conmigo."

Aleph parpadeó.

"… ¿Qué?"

"Herta dijo que puedo traer a otra persona si quiero. Y dado que estás buscando formas de mejorar, pensé que esto podría interesarte."

Aleph la miró con incredulidad.

"¿Me estás ofreciendo meterme en una simulación de Herta para pelear contra enemigos creados a base de datos que quien sabe de donde se obtuvieron?"

Stelle tomó un sorbo de su bebida.

"Sí."

Aleph abrió la boca para responder… pero luego se detuvo.

Lo pensó bien.

Era un campo de entrenamiento.

Uno diseñado para simular escenarios extremos, estrategias, combinaciones de habilidades…

¿Podría ser útil para mejorar su forma de pelear? Tal vez invluso podría probar allí varias cosas que quizo hacer pero que al final término dejando lado por los riesgos que conllevaban o por que en una situación donde fueran necesarios no tendría el momento para concentrarse lo suficiente como para lograrlo sin que el enemigo no aproveche esa oportunidad para destruirlo.

"…Mierda."

Stelle arqueó una ceja.

"¿Qué?"

Aleph apoyó el mentón en su mano, mirando hacia el techo.

"Odio admitirlo, pero es una buena idea."

7 de Marzo chasqueó los dedos.

"¡¿En serio?! ¡Entonces irás con ella!"

Aleph respondió de una manera un tanto tibia.

"Hmph. Sí, iré. Pero no esperen que me emocione mucho por ello."

Stelle sonrió levemente.

"Lo dudo."

Dan Heng tomó otro sorbo de té.

"Si realmente vas a intentarlo, entonces tómatelo en serio. El Universo Simulado no es un simple juego. Da muchas oportunidades tanto para la investigación como para el entrenamiento, sería muy estúpido solo enfocarse en divertirse como si se tratará de un videojuego común."

Aleph se cruzó de brazos y sonrió de lado.

"Entonces será divertido."

Stelle levantó su vaso.

"Entonces, está decidido. Nos veremos en el Universo Simulado."

Aleph tomó su bebida y la chocó contra la suya con una sonrisa.

"Que empiece el espectáculo."

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Omake: Honkai Megami Tensei: Devil Survivor

Acto 1: El Fin del Mundo Comienza

El día comenzó de forma relativamente normal para Aleph, Kiana y Stelle. Habían decidido ir a una tienda de dulces especial en Tokio por recomendación de Mei.

El día había sido espectacular, aunque Kiana había quedado atrapada en la cima de un árbol y los bomberos tuvieron que llegar y bajarla.

¡Pero no importa mucho!

Los tres estaban más que seguros de que nada podría arruinar su día.

…hasta que una aplicación sospechosa apareció en sus dispositivos.

>[¡Bienvenidos al Sistema de Invocación de Demonios! ¡Felicidades! Ahora tienen la habilidad de invocar demonios y sobrevivir en este apocalipsis!]

Los tres miraron la pantalla con la misma expresión de duda.

"¿Qué clase de gacha es este? ¿Me darán una SSR si hago 10 invocaciones?" Pregunto Kiana mientras sus ojos brillaban.

Aleph y su billetera sintieron un escalofrío al pensar en Kiana metiéndose una vez más en el infierno del Gacha.

"No sé, pero suena divertido. Acepto." Stelle también parecía emocionada.

"Hmm… ¿qué pasa si rechazo?"

> [Rechazar no es una opción. Disfruten su nuevo y emocionante infierno en la Tierra.]

Silencio.

"…¡Qué interfaz tan amigable!"

De repente, un grito desgarrador resonó en la ciudad. La pantalla parpadeó y apareció un contador de días en la esquina:

[Día 1 - Quedan 7 días hasta la destrucción del mundo.]

"…Por supuesto que es un apocalipsis." Aleph suspiro mientras se preguntaba algo... ¿Acaso Fu Hua también estaba aquí? Solo así podría ezplicarse como ocurrió todo.

"Sigo aceptando. ¡Vamos, démonos prisa antes de que alguien más se apodere del poder!"

Stelle comenzo a enojarse.

"¿Qué poder?" Kiana seguía confundida.

"¡El poder de hacer speedrun del fin del mundo!" Los ojos de Stelle brillaron mientras sostenía su bate.

Sin tiempo para procesar lo que ocurría, el grupo fue atacado por demonios. Sin más opción, abrieron la aplicación y…

> [¡Has invocado a tu primer demonio!]

Kiana invocó un Jack Frost.

Stelle invocó un Pixie.

Aleph, por alguna razón, invocó a Cu Chulainn con estadísticas algo rotas.

"¿Por qué Aleph ya tiene un personaje de late-game?"

"¿Por qué ustedes invocaron cosas tan débiles?"

Pixie (de Stelle).

"¡Voy a hacer mi mejor esfuerzo, señorita!"

"Hmm… no me convence. Voy a venderte y probar otra invocación."

Mientras Stelle intentaba vender a Pixie en el mercado negro del COMP, los tres lucharon contra los demonios en las calles de Tokio.

Conforme avanzaban, se dieron cuenta de que el gobierno había bloqueado la ciudad.

> [Anuncio de Emergencia: Tokio ha sido sellada. No intenten escapar.]

"¿Podemos simplemente romper la barrera?" Se preguntó Kiana mientras ladeaba la cabeza.

"Claro, si encontramos al responsable."

"Entonces hagamos speedrun. ¿Quién es el jefe final?"

Antes de que pudieran continuar, un grupo de supervivientes apareció. Entre ellos, una chica de cabello rosa y una expresión seria los miró.

"Soy Amane Kuzuryu."

Aleph sintió un escalofrío.

"Oh no. Ya sé qué ruta representa esta mujer…"

"¿Qué ruta?" Kiana la observo con curiosidad.

Que peinado tan raro.

"Probablemente algo de culto religioso extremo. Me agrada."

Mientras tanto, otro grupo apareció con un hombre de cabello gris largo y una sonrisa que gritaba maloso malote.

"Soy Naoya."

Silencio.

Aleph dio un paso adelante como una mamá gallina defendiendo sus pollitos.

"¡Oh no, no, no, no, no! ¡Este tipo es peligroso!"

"¿Cómo lo sabes?"

"Porque en la historia original es el villano más roto de todos y además es mi primo."

Aleph saco de su billetera una foto donde él, un tipo inexpresivo de cabello azul y Naoya estaban con machetes oxidados en sus manos en una montaña y un demonio genérico estaba todo destrozado a sus pies.

"Hmm… interesante. Parece que esta vez no eres tan ignorante."

"Tienes una energía de jefe final. ¿Podemos pelear contigo ya o tenemos que esperar al día 7?"

"Hmph. No perderé el tiempo con insectos."

Comentó Naoya mientras leía una libreta que sacó de sus bolsillos, si la vista de Aleph no le fallaba decía "Frases que quiero decir si tengo que cumplir el rol de un jefe."

Se giró y se marchó.

"Uf… por ahora estamos a salvo." Aterrador, ese tipo era como Otto pero aún más raro.

Ser su familia no ayudaba en nada... Ya sabes, el tipo era literalmente Cain.

"¿Por ahora?"

"Sí, eso significa que eventualmente lo vamos a tener que derrotar."

"¿Eso no significa que deberíamos entrenar y conseguir más demonios?"

"Nah. Podemos hacer un speedrun. ¿Día 1 y ya enfrentamos a un jefe?"

Aleph miro a Stelle como si fuera una noob demasiado ingenua o alguien que no sabe jugar sin hacks.

"No funciona así, pero… bueno, supongo que podemos intentarlo."

Y así, sin pensarlo demasiado, decidieron desafiar el apocalipsis como si fuera un evento de tiempo limitado.

El primer día apenas comenzaba.

El fin del mundo… también.

*********

Acto 2 - Speedrun del Juicio Final

El primer día del apocalipsis avanzaba rápidamente, y nuestros héroes ya estaban tomando decisiones irresponsables.

Aleph, Kiana y Stelle habían logrado unirse al sistema de invocación de demonios, habían conocido a personajes sospechosamente importantes, y ahora estaban en la búsqueda de la manera más rápida de terminar con el fin del mundo.

"Entonces, ¿qué sigue?"

"Bueno, usualmemte en los juegos, los primeros días son para ganar aliados, entender la situación y prepararse…"

Stelle interrumpió a un emocionado Aleph sin pensarlo mucho.

"Vamos a ignorar todo eso y pelear con el jefe final."

"…¿Perdón?"

"Hemos jugado suficientes RPG. Todos sabemos que tarde o temprano pelearemos con el tipo misterioso de antes."

"¿Y si vamos directo a él?"

Kiana hizo crujir sus nudillos.

"Eso es una idea terrible."

"¡Genial! ¡Vamos!"

Kiana y Stelle sacaron sus bates.

Y antes de que Aleph pudiera detenerlas, las dos ya estaban en camino hacia la base de Naoya.

"…Voy a morir en este apocalipsis." Aleph no pudo evitar murmurar mientras su rostro estaba inexpresivo.

Y así, sin prepararse ni recolectar aliados, nuestros héroes marcharon directamente hacia lo que se suponía que era el jefe final del juego.

...

Naoya los esperaba en el techo de un rascacielos en Shinjuku, rodeado de poderosos demonios y con una expresión de absoluta indiferencia.

Por alguna extraña razón estaba sentado en una silla de plástico y había un reproductor de música con Bury the Light sonando a todo volumen.

"No esperaba que vinieran tan pronto. Su impaciencia es… molesta."

"¡Eso es porque no están siguiendo la historia como deberían!" Aleph parecía que hecharia espuma por la boca de la ira.

"Sí, sí. ¿Podemos pelear ya?"

Suspiro con decepción.

¿De que le sirvió preparar de antemano sus diálogos para los siete días y sus variantes si al final estos imbéciles iban a enfrentarlo desde el principio?

"Como deseen. Pero les advierto… morirán."

Kiana solo le sacó la lengua.

"¡Lo dudo! ¡Tengo mi Jack Frost en nivel 5!"

Naoya chasqueó los dedos.

De la nada, apareció un demonio gigantesco con una presencia abrumadora.

> Belberith ha aparecido.

Silencio.

Kiana y Stelle lo miraron con los ojos abiertos.

"Mmm." Los ojos de Belberith se enfocaron únicamente en Aleph. "Un humano con la presencia de un Bel, y de nada más ni nada menos que Belzebub... Interesante."

"Ah. Genial. Nos saltamos el juego y ahora estamos enfrentando a un jodido jefe en el día 1."

Tras oir las palabras de Aleph tanto Kiana como Stelle se calmaron.

"¡Perfecto! Esto es un speedrun, después de todo."

"¡NO ES ASÍ COMO FUNCIONA!"

Belberith rugió, haciendo que el cielo se oscureciera.

"Destruyanlos."

Aleph: Suspiro.

"Bien, si vamos a morir, que sea peleando."

Los tres desataron a sus demonios.

Jack Frost intentó usar Bufu.

No hizo nada.

Kiana parpadeo sorprendida.

"…Oh."

Pixie lanzó Dia para curar.

Nada relevante.

Stelle fruncio el ceño.

"Hmm… Pixie, eres un lastre."

Aleph hizo que Cu Chulainn atacara con Gae Bolg.

Hizo un poco de daño.

Aleph sinceramente no esperaba mucho así que no le afectó tanto.

"Bueno, al menos algo…"

Belberith levantó su mano y lanzó un ataque que casi los mata de un solo golpe.

Aleph tosio un poco de sangre.

Kiana estaba en un pequeño cráter haciendo la "Pose Yamcha".

"¡Este es el PEOR speedrun de la historia!"

Naoya los miró con una mezcla de burla y decepción.

"Son insignificantes. No tienen oportunidad contra mí."

"Hmm… entonces debemos huir, ¿verdad?"

Aleph asintió, algún día quería llegar a tener hijos y tal cosa no sería posible si muriera.

"¡Sí! ¡Esa es la mejor opción ahora mismo!"

Pero las chicas seguían teniendo quejas.

"Pero si escapamos, perderemos tiempo…"

"Y Stelle quería un speedrun…"

Stelle suspiró.

"Bien, entonces tengo una idea."

"¿Cuál?"

Stelle tomó su teléfono y abrió la tienda del COMP.

> ¿Comprar demonio aleatorio? - 9999 macca

"¿De dónde sacaste tanto Macca?"

Stelle lo miro con lo que pareció una sonrisa demoníaca.

"Ya sabes, el capitalismo impera incluso en el infierno. Además, hice algunas apuestas en línea antes de que el mundo terminara."

Aleph parpadeo con una expresión un poco tonta.

"…¿Qué?"

Stelle le dió el teléfono a Kiana y hizo que ella presiononara el botón.

Pronto apareció una luz brillante.

> Felicidades, has invocado a Metatron.

Silencio absoluto.

Naoya perdió su expresión de confianza por un segundo.

"Espera… ¿qué?"

Metatron descendió desde el cielo como un ángel vengador, con una voz resonante.

"¿Quien me ha invocado?"

Stelle levanto la mano.

"Yo."

Metatron la miro por unos segundos antes de asentir.

"¿Para que me necesitas?"

"Para hacer speedrun."

Metatron la miro como si fuera extraña.

"…¿Qué?"

Stelle señaló a Belberith.

"Mátalo."

Sin hacer preguntas, Metatron desató un ataque de luz tan poderoso que convirtió a Belberith en polvo en un solo golpe.

Naoya parpadeo con un expresión que delataba que no entendía nada.

"…¿Que acabas de hacer?"

Kiana silbo.

"Wow, qué conveniente."

Aleph estaba totalmente en shock.

"¿Cómo acabamos de saltarnos toda la mitad del juego?"

Naoya apretó los dientes con furia.

"Esto no ha terminado."

Se giró y desapareció en una sombra.

Stelle cruzó los brazos con orgullo.

"Bueno, ese fue el jefe final. ¿Qué sigue?"

Aleph se agarró la cabeza con frustración.

"¡Esto NO es como funciona! ¡Ni siquiera reclutamos aliados, ni fortalecimos nuestro equipo!"

"Sí, pero… estamos ganando, ¿no?" Kiana le dió una sonrisa tipo Aqua mientras asentia como los brazos cruzados y una expresión un poco petulante.

Silencio.

Aleph miró la pantalla del contador de días.

> Día 1 - 7 días restantes hasta la destrucción del mundo.

Susurró con una mezcla de molestia y resignación.

"…Este va a ser el apocalipsis más largo de la historia."

*********

Acto 3 - ¿Es este el peor New Game+ de la historia?

El primer día del apocalipsis aún no terminaba, pero nuestros "héroes" ya habían derrotado prematuramente a Belberith, básicamente arruinando la historia principal.

Ahora el mundo no sabía qué hacer.

Literalmente.

.....

Las noticias estaban en caos.

Reportera:

"¡Última hora! ¡Un grupo de idiotas ha provocado un error en la narrativa del apocalipsis! ¡Expertos están confundidos!"

Los demonios, que antes estaban causando estragos por toda la ciudad, ahora estaban parados sin hacer nada, como si esperaran instrucciones.

Demonio aleatorio:

"Uh… ¿y ahora qué hacemos?"

Incluso los ángeles y demonios del cielo e infierno estaban confundidos.

Lucifer, que se estaba preparando para su gran entrada final, recibió un informe de que Belberith fue destruido en el día 1.

Lucifer que estaba mirando el reporte se quedó sin habla.

"…¿Qué?"

...

Mientras Tanto…

Aleph, Kiana y Stelle estaban sentados en un banco de un parque.

Después de la batalla contra Naoya, el mundo no colapsó ni avanzó, sino que se quedó atascado.

Todo estaba en pausa.

Kiana mordia un taiyaki.

"Oye, Aleph, ¿qué pasa ahora?"

"Pues… técnicamente, deberíamos estar peleando contra demonios y decidiendo nuestro destino, pero gracias a ustedes, hemos entrado en un… 'softlock'."

"Eso suena aburrido."

"¡Es porque es un error fatal en la historia!" Suspiro mientras se frotaba la sien.

¿Como se suponía que aparecieran el resto de los Bels ahora? ¿Todavia tendría tiempo de recoger el Viscum Album, todavía habria que ir a cuidar de Haru (No se quejaba mucho de ello)?

¿Todavia habría una forma de involucrarse en la guerra de los Bel, alzarse como Campeón para poder luchar contra Babel y convertirse en un Rey Demonio? Si era sincero, realmente quería probar lo que se sentía ser un Rey Demonio, tendría el poder de volver obligatorios los viernes de faldas cortas o trajes de secretaria para las mujeres demonio.

Y lo más importante...

No tendría que involucrarse con Midori o Keisuke ¿verdad?

Una era como la versión más molesta de 7 de Marzo pero con asteroides mientras que el otro un tipo medio loco medio idiota.

Señaló a su alrededor.

La gente todavía actuaba normalmente, los trenes aún funcionaban, la música de los cafés seguía sonando, pero el cielo tenía una gran grieta negra y roja flotando ominosamente.

Un "Game Over" que nunca terminaba de activarse.

Kiana miro el cielo.

"Wow… parece un bug de juego de Ubisoft."

"Sí."

"¡Porque ESO ES EXACTAMENTE LO QUE HICIERON!"

...

Mientras discutían sobre cómo romper el softlock, el cielo se iluminó de repente.

El mundo se detuvo.

Los demonios, humanos y ángeles quedaron congelados en el tiempo.

Un coro celestial se escuchó.

Y una voz celestial resonó en todas partes.

"Idiotas."

"Oh no."

"Oh, genial, ¿esto es la pantalla de 'castigo'?"

"¿Nos darán un trofeo?"

El espacio a su alrededor se distorsionó, y antes de que pudieran reaccionar, aparecieron en un lugar completamente diferente.

Era un salón blanco infinito.

Al frente de ellos, flotando con una luz divina, una enorme cabeza dorada apareció.

Era el mismísimo YHVH.

Un Arcángel le frotaba la sien como si tuviera jaqueca.

"… ¿Por qué son tan estúpidos?"

Aleph se sintió ofendido.

"¡Oye, no me metas en esto! ¡Yo quería jugar bien!"

"Yo solo quería pelear con demonios."

Kiana no parecía culpable en lo más mínimo.

"Yo quería speedrun. Y una Nekomata mascota."

YHVH suspiro pesadamente.

"Por su culpa, la historia está rota. El apocalipsis no puede avanzar, pero tampoco puede detenerse. ¡El mundo está atrapado en un limbo!"

Silencio.

Kiana asientio.

"Entonces… ¿ganamos?"

YHVH se sintió tentado a lanzarles un rayo en ese instante.

Aleph suspiro.

"Entonces… ¿cómo arreglamos esto?"

YHVH entrecierro los ojos.

"Solo hay dos opciones.

1) Reseteamos todo y ustedes empiezan de nuevo desde el día 1.

2) Se enfrentan directamente a la entidad final, el verdadero demonio detrás de todo: Babel."

Aleph se estremeció al escuchar ese nombre.

"¿Babel? ¡Pero se supone que solo podemos enfrentarlo después de vencer a todos los Bels!"

YHVH hizo que el Arcángel a su lado se cruzara de brazos en su nombre.

"Pues no debieron haber hecho trampa."

Kiana miro a Stelle.

"Stelle, ¿qué piensas?"

"Resetear suena aburrido. Peleemos contra el jefe secreto."

"¡De acuerdo!"

Aleph grito como si su vida dependiera de ello.

"¡No es una buena idea!"

YHVH suspiro con resignación.

"Muy bien. Que así sea."

...

Antes de que pudieran reaccionar, el mundo a su alrededor cambió nuevamente.

Ahora estaban en una torre colosal que se elevaba más allá del cielo.

Frente a ellos, una presencia abrumadora emergió.

Era un ser gigantesco hecho de oscuridad pura con un rostro que parecía una estatua de una mujer pegado a la torre.

Babel.

El verdadero jefe final del juego.

Aleph estaba totalmente pálido.

"…No estamos listos para esto."

Kiana estiró los brazos con indiferencia.

"Bah, seguro que podemos vencerlo."

"Sí, solo tenemos que atacar rápido y evitar las mecánicas de la pelea."

Aleph sitió que quería ahorcarlas.

"¡Esto no es Dark Souls, maldita sea!"

Y así, sin prepararse ni reclutar aliados, se lanzaron directamente a la pelea más difícil (larga y molesta) del juego.

.....

Acto 4 - El peor equipo contra el enemigo más fuerte

En todos los juegos de la saga Shin Megami Tensei, la pelea contra el jefe final suele ser un desafío brutal.

Pero esta vez, era aún peor.

Babel, la entidad suprema detrás del apocalipsis, era un jefe diseñado para enfrentar a un protagonista en su máxima preparación, con el mejor equipo y estrategias.

Pero Aleph, Kiana y Stelle se lanzaron a la pelea sin preparación alguna, sin fusiones óptimas, sin buffs ni estrategias.

Era el equivalente a un grupo de novatos enfrentándose a un jefe secreto con palos y piedras.

....

La Gran Torre de Babel

El campo de batalla era una torre infinita, con símbolos arcanos flotando en el aire y un cielo que parecía estar colapsando sobre sí mismo.

Frente a ellos, Babel se alzaba imponente, su presencia sola causando un terror primitivo en la mente de los humanos.

Era una figura colosal, con un aura de caos absoluto.

Su voz resonó en todo el lugar.

"Han perturbado el flujo del destino… Y ahora enfrentarán la extinción. Ustedes no son dignos de convertirse en el Rey de Bel."

Aleph levanto su mano tímidamente.

"…¿Podemos hablar de esto?"

"No."

Kiana saco dos pistolas de sus bolsillos mientras mantenía su confiable bate en la espalda.

"Bah, no es para tanto. ¡Vamos a darle!"

"Sí. Lo matamos rápido y seguimos con la historia."

"¡No es así como funciona!"

Y entonces…

Comenzó la pelea final más injusta de la historia.

Babel lanzo el primer ataque.

"Megidolaon ∞"

Megidolaon Infinito.

Un hechizo que golpeaba a todos los enemigos con daño puro, sin posibilidad de resistencia o esquiva.

El campo de batalla fue arrasado por una ola de luz destructiva.

BOOOOOOOOM.

Cuando el polvo se disipó…

Aleph, Kiana y Stelle estaban en el suelo, con 1 HP cada uno.

"…¿QUÉ DEMONIOS FUE ESO?!" Grito Aleph mientras trataba de apagar su ropa en llamas.

A su lado, Kiana y Stelle se quejaban.

"Aww… eso dolió."

"Tch. No nos mató, seguimos vivos."

Babel se quedó en silencio.

YHVH, que observaba desde el cielo, también estaba en completo shock.

Este ataque estaba programado para matar instantáneamente a cualquier jugador no preparado.

Pero…

Estos idiotas sobrevivieron de pura suerte.

....

"¡Bien, es nuestro turno! ¡Hora de devolverle el golpe!"

Aleph revisó sus habilidades.

No tenía nada útil.

Solo habilidades de soporte y contraataques mediocres.

"…Soy completamente inútil en esta pelea."

"No te preocupes, yo tengo esto."

Kiana se lanzó al ataque con su pistola y empezó a disparar a lo loco.

BANG BANG BANG BANG—

El daño fue… prácticamente inexistente.

Stelle suspiro como si le hubiera esperado.

"Ya veo el problema. Este jefe tiene estadísticas rotas."

"¡Obviamente! ¡Es el jefe final!"

Babel ni siquiera se inmutó.

De hecho…

"¿Por qué tengo que tomarme esto en serio?"

Y entonces, decidió no hacer nada en su turno.

.....

Como Babel no atacó, Aleph, Kiana y Stelle tuvieron otra oportunidad de hacer algo.

"¡Okay, nueva estrategia! ¡Tenemos que abusar de su IA!"

"¿Qué significa eso?" Kiana parpadeo confundida.

"Significa… que debemos hacer algo tan ridículo que el juego no sepa cómo responder." Aleph sonrió con suficiencia.

"Oh, entonces hay que hacer lo que mejor sabemos hacer, provocar caos."

Aleph asintio

"Exactamente."

Así que hicieron…

Algo estúpido.

Kiana tomó la torre más cercana y empezó a escalarla a toda velocidad mientras cantaba una canción sobre escalar montañas que de alguna manera sonaba de doble sentido.

Stelle sacó una guitarra eléctrica de la nada y empezó a tocar un solo de rock en medio del combate.

Y Aleph…

Aleph sacó un cartel que decía "¿QUIERES SER MI AMIGO?" y lo levantó hacia Babel.

El jefe final, el último obstáculo en el camino del protagonista para convertirse en el Rey de Bel, una entidad suprema de destrucción…

Se quedó sin respuesta.

"…"

Babel: "¿Pero qué mierda estoy viendo?"

En ese instante, el código del mundo colapsó.

La pantalla se congeló.

El cielo empezó a distorsionarse.

Y antes de que pudieran hacer algo más…

El universo entero hizo un soft reset.

Aleph, Kiana y Stelle despertaron en el mismo parque donde estaban al inicio.

Todo estaba normal otra vez.

No había demonios.

No había grietas en el cielo.

No había apocalipsis.

Era como si nada hubiera pasado.

"…Esperen, ¿ganamos?"

"¡Sí! ¡Speedrun completado!"

Stelle parecía complacida.

"Buen final. 10/10."

YHVH apareció nuevamente, con una expresión completamente neutra.

"Nunca más."

"¿Eh?"

"Nunca más les permitiré alterar la historia de esta manera. Han sido vetados de todas las realidades de Devil Survivor. Adiós."

CHASQUIDO.

Aleph, Kiana y Stelle fueron expulsados sin una sola posibilidad de oposición.

Aleph sintió ganas de llorar ¡Sus planes! ¡Su waifu!

"Haruuuuuuu." Chillo entre lágrimas mientras desaparecía.

Tanto Kiana como Stelle lo miraron con molestia.

"Idiota."

"Fetichista de pelirrojas."

*******

Acto Extra: ¿Por qué aparecimos en una escuela?

Aleph, Kiana y Stelle despertaron de golpe en un lugar completamente diferente.

Ya no estaban en un mundo postapocalíptico lleno de demonios.

Ya no estaban frente a Babel.

Ahora estaban en una escuela.

Una escuela completamente normal…

O al menos, eso parecía.

Los tres observaron el nombre de la institución.

"...¿"Academia Karukozaka"?"

FIN?

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